La Asamblea de socios aprobó sin votos en contra las cuentas de la asociación, que apuesta por la formación y en contra del plagio
La junta directiva de la Asociación de Periodistas de Cantabria (APC) ha informado a la asamblea de socios que el proceso para constituir un colegio profesional avanza a buen ritmo y su plazo de finalización se estima en unos meses. La asamblea, reunida el pasado fin de semana, aprobó sin votos en contra tanto el balance económico 2017 como el presupuesto para 2018, así como una declaración contra el plagio de las obras intelectuales.
Dolores Gallardo, presidenta de la APC, recientemente elegida como miembro directivo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), presentó el informe detallado de gestión de la asociación, en el que destaca las numerosas actividades de formación y las gestiones realizadas, tanto administrativas como políticas, en la dirección de constituir un colegio profesional de periodistas que permita una interlocución e influencia directa en las decisiones de las administraciones.
Los compromisos adquiridos por los diferentes estamentos permiten estimar en unos meses la conclusión del proceso para constituir oficialmente el Colegio de Periodistas de Cantabria, según anunció Gallardo en compañía de los miembros de su Junta Directiva.
La asamblea de periodistas aprobó tanto el cierre económico del ejercicio 2017 como el presupuesto previsto en 2018, en el que se continúa apostando por ofrecer a los socios formación de calidad con expertos nacionales e internacionales. A propuestas de los socios, se estudiarán proyectos de responsabilidad social corporativa para contribuir económicamente en ellos.
Otro hito importante en la asamblea fue la aprobación unánime del manifiesto antiplagio propuesto por un socio, que se reproduce a continuación.
Comunicado contra el plagio
La Asociación de Periodistas de Cantabria (APC), ante los casos de plagio denunciados en los últimos meses en Cantabria, pone de manifiesto por medio del presente comunicado, que el plagio es una de las más irresponsables, vergonzosas, inmorales y perjudiciales prácticas que en la actualidad sufren los creadores literarios, investigadores, docentes, estudiantes y periodistas, práctica incrementada en los últimos años por el uso de los buscadores de Internet y por la tecnología de los procesadores de texto que permiten los mecanismos de copiar y pegar con absoluta sencillez e impunidad.
El plagio supone uno de los retos más importantes que los creadores e informadores deberán afrontar en el futuro, ya que lejos de ser un hecho aislado se trata de un fenómeno global que, amparado por su frecuente uso, puede convertirse en una práctica contemplada con indulgencia y aceptada como habitual por las nuevas generaciones.
La APC considera que para evitar esta lacra es necesario la denuncia, o pública o en los tribunales de justicia, o en ambos ámbitos, así como la retirada y secuestro de las obras plagiadoras. También rechaza aquellas personas deshonestas que roban el mérito y el esfuerzo de los demás presentándolo como propio, en una acción íntimamente relacionada con el engaño, el robo, el pillaje o la estafa.
La APC insta a condenar las malas prácticas que suponen cualquier tipo de plagio, tanto de textos como de fotografías, reconociendo la verdadera autoría de los creadores y citando expresamente la procedencia de las fuentes.
La APC, atendiendo al requerimiento de la Asociación de Historia Contemporánea y al informe internacional elaborado por el grupo de trabajo sobre cultura académica de la Universidad de Warwick, se suma a la defensa de “la promoción de políticas de concienciación acerca del perjuicio personal y colectivo que produce el plagiarismo”, ya que “no sólo vulnera los derechos de propiedad intelectual de los autores sino que damnifica, también, a las instituciones oficiales o privadas que asignaron los recursos financieros para las investigaciones”.
Aceptando la necesidad de manifestarse contra todo tipo de plagios por medio de comunicados como el presente, la APC anima a todos los creadores, asociaciones e instituciones públicas a pronunciarse en contra del plagio, a denunciarlo y a rechazar a los plagiarios aplicándoles una adecuada penalización.