La relación de Cantabria con la Federación de las Asociaciones de la Prensa Española (FAPE) se remonta a la propia creación de esta organización profesional que agrupa a la inmensa mayoría de los periodistas españoles. Fue la ciudad de Santander el lugar elegido por los promotores de la Federación para celebrar el acontecimiento de agremiación más trascendente de la historia de la Prensa española en el siglo XX.

Con la presencia de Su Majestad, Don Alfonso XIII, el 6 de agosto de 1922 se celebró el acto fundacional de un proyecto que aglutinaría el espíritu corporativo de todas las Asociaciones de Prensa que venían funcionando en España desde 1877.

El hombre que hizo posible aquella Asamblea Nacional de periodistas fue el político santanderino Juan José Ruano de la Sota. Éste contó con el apoyo del gobernador civil de Santander y antiguo director de La Correspondencia de España, José Serrán Ruiz, y las gestiones del director de El Cantábrico, José Segura, y del escritor y periodista de La Atalaya, José del Río "Pick". Ellos fueron los que movilizaron esfuerzos y voluntades en torno a una jornada histórica del periodismo español.

El rey Don Alfonso XIII es recibido por el político santanderino Ruano de la Sota, presidente de Honor de la Asociación de la Prensa cántabra e impulsor de la constitución de la Federación Asociaciones de la Prensa de España, hecho que tuvo lugar en Santander en 1922

SÁNCHEZ MEJÍAS Y MARCIAL LALANDA

Durante los siete días que duró la Asamblea de la Prensa, los participantes en la misma tuvieron ocasión de asistir a numerosos actos sociales. Banquetes, excursiones, conciertos, funciones teatrales, recepciones oficiales y una corrida de toros organizada especialmente para la ocasión, donde Ignacio Sánchez Mejías daba la alternativa a Gitanillo y compartía cartel con otra de las figuras de la época: Marcial Lalanda.

Los periódicos cántabros y nacionales recogieron con profusión las actividades desarrolladas a lo largo de esa semana en que la Asociación de la Prensa de Cantabria ejerció de anfitriona de tan importante evento.

El 13 de agosto quedaron clausuradas las jornadas con la presencia del ministro de la Gobernación. En dicho acto intervinieron el presidente de la FAPE, Rufino Blanco, y el vicepresidente, Eugenio D'Ors, quien recibió una calurosa ovación a su discurso que tituló "La Función Internacional de la Prensa". D'Ors defendió la idea de que "para que los periódicos triunfen de las influencias políticas, necesitan un apoyo que radique fuera de la localidad influida".

La Reina Victoria asistió a la corrida de toros celebrada en Santander con motivo de los actos fundacionales de la FAPE

Bajo la presidencia de Don Juan De Borbón

La ciudad de Santander volvió a ser protagonista sesenta y dos años después, en octubre de 1984, cuando la FAPE, bajo la presidencia de Luis Apostúa, eligió la capital cántabra para refundar la institución, acogiendo en su seno a la práctica totalidad de los profesionales que ejercen el periodismo en España. El entonces Presidente de la Asociación de la Prensa de Cantabria, Juan Antonio Prieto, pasó a formar parte del nuevo Consejo Directivo de la FAPE, tras obtener el mayor número de votos emitidos. La tradición se cumplió al contar con la presencia en el acto inaugural de las Jornadas, celebradas en el Palacio de la Magdalena, del hijo de Alfonso XIII, S.A.R. Don Juan de Borbón, padre de S.M. el Rey Don Juan Carlos I.

En otro acto celebrado en el Palacio de La Magdalena, al que acudieron las autoridades regionales y locales, el Conde de Barcelona, Don Juan de Borbón, recibió la primera insignia de oro que concedía la Asociación de la Prensa de Cantabria de manos de su presidente, Juan Antonio Prieto.

En junio de 1989 el Consejo Directivo de la Federación de la Prensa de España vuelve a reunirse en Santander bajo la presidencia de Luis Apostúa para estudiar la viabilidad de los Colegios de Periodistas en las diferentes comunidades autónomas del Estado. En esta ocasión se hace entrega al presidente de la Asamblea Regional, Eduardo Obregón Barreda, y a los portavoces de los grupos políticos con representación parlamentaria del borrador de anteproyecto de la Ley del Colegio de Periodistas de Cantabria.

Luis Apostúa (derecha), presidente de la FAPE en 1984, hace entrega en Santander de una placa conmemorativa a don Juan de Borbón en presencia del entonces alcalde Juan Hormaechea

Monumento a la profesión de periodísta

La Asociación de la Prensa de Cantabria, a propuesta del Consejo Directivo de la FAPE, recibe del alcalde de Santander, Manuel Huerta, la medalla de plata de la ciudad con motivo de la celebración de su 75 Aniversario.

Uno de los actos conmemorativos del 75 aniversario de la fundación de la Asociación de la Prensa de Cantabria

En esa misma reunión se acuerda dar el nombre de los periodistas de honor, Francisco Cáceres y Torres y Manuel González Hoyos a sendas calles de la ciudad, así como respaldar y alentar la idea del alcalde de Santander de levantar el primer monumento a la profesión periodística del que se tiene constancia en España y Europa, y que finalmente quedaría ubicado en la Península de La Magdalena.

Monumento a los periodístas

La Puerta de la Libertad de Expresión, obra del escultor Víctor Fernández, es el homenaje del Ayuntamiento de Santander a la profesión periodística. La obra se encuentra situada en la Península de La Magdalena muy cerca del Palacio Real.

La primera piedra del monumento fue colocada por Manuel Huerta, entonces alcalde de Santander, el 16 de diciembre de 1989, coincidiendo con el 75 aniversario de la creación de la Asociación de la Prensa de Cantabria.

El monumento dedicado a la libertad de expresión y a los periodistas fue una iniciativa de la Asociación de la Prensa de Cantabria, bajo la presidencia de Juan Antonio Prieto, que contó con el apoyo de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España. La idea fue favorablemente acogida por el consistorio santanderino.

La Puerta de la Libertad de Expresión tiene ocho metros de altura y una base de 4,5 metros. Los materiales utilizados para su realización fueron el hierro y la piedra.