Desde la concejalía de Autonomía Personal del Ayuntamiento de Santander se mostró a los periodistas las pautas para modificar el lenguaje negativo que afecta a las personas con discapacidad
Acompañaron al Concejal de Autonomía Persona,l Roberto del Pozo, y a la Presidenta de la Asociación de la Prensa de Cantabria, Dolores Gallardo,los representantes de diversas asociaciones. Entre otros, acudieron al acto Irene Santervás Gutierrez e Isabel Martinez de la Fuente ,presidenta y secretaria, respectivamente, de la Asociación de Personas con Afasia, Patricia Martínez, tecnico de autonomia personal, e Ignacio Fernández Allende y Pablo Montoya, presidente y coordinador general de la Asociación Cántabra Pro Salud Mental ASCASAM.
Recordaron que el lenguaje no es neutral, y con él podemos marginar o integrar. El lenguaje es la traducción de nuestra forma de pensar y concebir las realidades que nos rodean. Muchos de los términos que se emplean incorrectamente son culturales y no existen intención de ofender, es bueno que sepamos lo que decimos para poder cambiarlo. Generalmente, las palabras referidas a la discapacidad son compuestas y muy largas, pero en ningún caso deberá ser una excusa para utilizar términos más breves que resultan peyorativos e incorrectos.
Se mostró la importancia de la educación en los colegios, enseñando que la empatía es la vía por donde fluyen la convivencia y la igualdad.
¡ PON SIEMPRE A LA PERSONA EN PRIMER LUGAR!
Di “PERSONA CON DISCAPACIDAD” en vez de “PERSONA DISCAPACITADA” o DISCAPACITADO”. La discapacidad es una característica de la persona, pero no la define.
Nunca se debe utilizar términos incorrectos como “MINUSVALIDO” (menos válido), “INVALIDO” (no valido), “DISMINUIDO” (por debajo de lo considerado normal). No hay que olvidar decir en primer lugar la palabra persona cuando te refieras a discapacidades concretas; Como por ejemplo “PERSONA CON PARÁLISIS CEREBRAL”.
Es degradante para un individuo ser definido por su enfermedad . El término DISCAPACIDAD PSÍQUICA se utiliza para referirse a personas con problemas de salud mental o a personas con discapacidad intelectual indistintamente. Se debería utilizar: PERSONA CON ENFERMEDAD MENTAL y PERSONA CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL, respectivamente.
Es más adecuado decir PARTICIPACIÓN SOCIAL que INTEGRACIÓN SOCIAL. Las personas con discapacidad ya forman parte de la sociedad, lo que es necesario es que se les permita participar en ella.