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04 de febrero de 2015

La Asociación de la Prensa de Cantabria defiende el derecho de los periodistas a opinar en libertad

La Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Cantabria (APC) desea expresar ante la opinión pública, su indignación y rechazo a las reiteradas manifestaciones y expresiones formuladas a través de los medios de comunicación contra profesionales de la información de Cantabria, vertidas o hechas públicas con carácter individual o en el ejercicio de la actividad política a la que se hallan vinculados, por ciudadanos que ponen en entredicho su independencia y capacidad de actuación.

Para ello, algunas personas utilizan como elemento descalificador de los periodistas posibles condicionantes ideológicos con hipotéticos vínculos a gabinetes de comunicación política, a los que profesional y circunstancialmente pudieran estar o haber estado vinculados los informadores en el ejercicio de su actividad.

Los profesionales de la información de Cantabria, que en la actualidad desarrollan su trabajo, no ya solo en los distintos medios de comunicación sino también vinculados profesionalmente a gabinetes de comunicación de organismos, formaciones políticas o entidades de todo tipo, han dado y seguirán dando muestras de rigor, honestidad e independencia en sus actuaciones profesionales. Y ello a pesar de los múltiples condicionantes de todo tipo que en muchos casos han de afrontar.

La APC recuerda que el artículo 20 de la Constitución Española regula a las claras los derechos a los que todos, profesionales de la información, políticos y ciudadanos en general nos hallamos vinculados en materia de información, y es ahí, en ese texto constitucional donde hemos de dirimir nuestras propias capacidades.

Para la Asociación de la Prensa de Cantabria, la mentira, injuria o difamación interpretadas como tales por cualquier ciudadano, se sustancian no a través de la descalificación personal sino en los tribunales ordinarios de justicia. En el caso de los profesionales de la comunicación, mediante el derecho de réplica o rectificación que a todos asiste como elemento previo a la interposición de cualquier demanda. Lo contrario, el intento de dolo personal a través de la estigmatización y descalificación, tiene otro nombre y lleva implícito nuestro más firme rechazo e indignación.